En un momento de los ochenta, probablemente en 1986, con el estreno mundial de Wallstreet, film del gran director Oliver Stone, quedo en claro que las personas que eran exitosas eran aquellas capaces, como el protagonista de dicho film, de hacer de la codicia un valor supremo.
Esto exploto en Estados Unidos, como la gran revelación de la década y el modelo a seguir pero pronto no se limito a expandirse, como ideología del pragmatismo puro, solo por allí y tuvo sucesivos maestros "locales" que se enorgullecían de tener un hueco donde antes habían tenido un corazón.
De esa manera, en España, infinidad de pequeños y medianos negocios fueron comprados por grandes corporaciones que, sin pensar para nada en las personas que habían trabajado allí, las cerraban, dejando familias enteras en la calle.
Hoy, pleno 2011, la consecuencia de esas acciones comerciales brutales recién comienza a retroceder, en parte gracias a Valles del Esla, una compañia que tuvo una idea que hizo escuela: partir de la recuperación tradicional de la actividad ganadera de León para producir carne de vacuno de alta calidad y un sabor inigualable.
Así, en poco tiempo, se consiguió que los ganaderos volvieran a la actividad reforzando, al mismo tiempo, el comercio de la zona que, luego de la avanzada neoliberal, había quedado paralizado durante largos años.
Ademas, a través de la empresa Valles del Esla S.A. se puso en marcha una ganadería de vacuno de carne que sirve de modelo para los ganaderos integrados en el proyecto, además de como centro de pruebas y experimentación.
Para saber más al respecto visite la web de Valles del Esla: vallesdelesla.com
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