El primer registro que llega de los habitantes de Cantabria es romano, cuyos autores describen a los cántabros como un pueblo feroz y guerrero, que se negaba a ser sometido por la poderosa maquina de guerra que por entonces constituía Roma cuyos ejércitos iban de una parte a otra del mundo.
Muchos años después, Cantabria se constituirá, de nuevo, en un bastión desde el cual enfrentar otra invasión, en este caso, musulmana. Tras una exitosa serie de incursiones que debilitan la presencia española, la creación del Reino de Asturias permite detener a los ejércitos musulmanes construyendo en poco tiempo un importante centro urbano donde se fomenta la creación de diferentes aldeas donde se practica una economía básicamente agraria, cuyos principales sostenes son el cereal, las frutas y la vid.
La concesión de fueros a las villas marineras permite impulsar una nueva industria en la región que se sostiene básicamente en el comercio de lanas con Europa. La generación de estas fuentes de trabajo bien remuneradas permite que se incremente la población y mejore las condiciones arquitectónicas del lugar, construyéndose mas y mejores viviendas además de increíbles catedrales.
El enfrentamiento entre diferentes clanes familiares que quieren concentrar el poder en su mano afecta a Cantabria y obliga a los Reyes Católicos a imponer su autoridad creando una estructura administrativa en forma de concejos y juntas que regula las actividades de la región.
Durante el siglo XVI y XVII se produce una serie de crisis consecuencia de las guerras sostenida por los Austrias y la sucesión de plagas que afectan la región, devastando la economía de las villas marineras.
La economía lentamente se va recuperando en base a la explotación mercantil, que a fines del siglo XIX se ve sustituida, cuando aquella demuestra ya no ser rentable, por la produccion vacuna y la explotación minera, permitiendo la generación de una nueva clase media, una solida base burguesa que puede verse en el surgimiento de nuevos barrios que gozan de las comodidades que la modernidad trae consigo.
En el siglo XX se estimula el desarrollo industrial, con bases en la producción láctea, la pesca, la química y la metalurgia. .
Hoy, en Cantabria, se realizan explotaciones ganaderas y agrícolas , así como tareas de pesca marítima y explotación de yacimientos de zinc. Por otra parte, también existe un importante sector de la población dedicada a los sectores alimentarios, químicos, textiles, farmacéuticos y papeleros.
A esto debe agregarse el factor turístico, que representa una parte importante de los ingresos generados cada año en Cantabria.
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