Entre los grandes poetas españoles, entre los poetas españoles que han dejado su marca, no solo en la literatura nacional sino, no esta de mas decirlo, en la literatura universal, destaca, sin lugar a dudas, Miguel Hernandez, ese niño-poeta, ese joven-poeta, ese campesino-poeta, que tantas magias conjuro con sus palabras.
Los poemas de Hernandez, en apariencia simple, muchos de ellos, en realidad esconden una belleza enraizada en la tierra (recordemos el terrible niño yuntero: "carne de yugo ha nacido/mas humillado que bello/ con el cuello perseguido, por el yugo, para el cuello"), belleza que permite hablar de ellos, usando las palabras de su amigo Neruda, como poemas elementales, poemas que hablan de los elementos simples con los cuales, en un principio, Dios poblo la tierra.
Uno de los mejores poemas de Hernandez -partiendo de la base que son muchos, incluyendo su famosa Elegia a Ramon Sije que comienza con aquello de "En Orihuela, su pueblo y el mio, se me a muerto como el rayo Ramon Sije, a quien tanto queria..."-, trata de una simple naranja, pero en sus manos en su poesia, mejor dicho, la naranja recupera esa belleza y ese sabor y ese placer al comerla que los niños de Albacete, que los niños de Madrid, que los niños de Cantabria, que los niños de toda España, en definitiva, alguna vez hemos gozado.
Hoy, sin embargo, los niños no saben lo que es un el sabor de una verdadera naranja porque no las han probado. Por supuesto, existen mercados, mercados que tienen naranjas, naranjas que parecen brillantes y ricas pero, al probarlas, lo que descubre el consumidor es que saben... a nada.
La razon esta en la gran cantidad de productos quimicos que le ponen las empresas para hacerlas mas vistosas pero no mejores. Por esa razon, los jovenes agricultores de naranjas de Valencia decidieron permitirle a la gente comprar naranjas valencianas, tan grandes y dulces que son el sueño prohibido de todo niño; naranjas de Valencia similares a las narradas por Bradbury solo que aquellas existian en el papel y estas en la realidad, disfrutable y mordible realidad.
Si usted vive en Cantabria y quiere comprar naranjas valencianas verdaderas, grandes y jugosas solo ingrese al sitio web de estos jovenes agricultores. Podemos asegurarle que no se arrepentira al hacerlo. El sitio es: http://www.naranjasdelmijares.com/
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